Después de un divertido día en la piscina, ya en la casa en plena ducha, aprecio su hermosa figura, piel canela y las hermosas nalgas paraditas que lo menea por el movimiento de su cabello que enjuaga, la camarita ya prendida es cómplice del shampoo usado como lubricante hasta acabar, no contento y poniéndome serio soy yo quien pide el anillo, al final el anillo es bañado en leche.
Después de un divertido día en la piscina, ya en la casa en plena ducha, aprecio su hermosa figura, piel canela y las hermosas nalgas paraditas que lo menea por el movimiento de su cabello que enjuaga, la camarita ya prendida es cómplice del shampoo usado como lubricante hasta acabar, no contento y poniéndome serio soy yo quien pide el anillo, al final el anillo es bañado en leche.
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